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Día Mundial de las Papas Fritas: Diez consejos para hacer la mejor versión casera

Martes 20 de Agosto, 2019

Gastronomia
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Las papas fritas son el complemento perfecto de alguno de los platos más conocidos de la gastronomía peruana, y es que nadie se puede imaginar un pollo a la brasa o un lomo saltado sin una buena porción de este tubérculo, o en una buena salchipapa y hasta son provocativas por si solas.

Aunque se desconoce quién fue la persona quien lo promovió, el 20 de agosto se celebra el Día Mundial de la Papa Frita, por ello hoy es una buena oportunidad para sumarse a las celebraciones y disfrutar de unas crocantes papas fritas, pero no sin antes conocer un poco más sobre ellas.

Según registros históricos, la primera vez que este alimento fue mencionado fue en la obra de Cautiverio Feliz (1673) de Francisco Núñez de Pineda y Bascuñán, donde se detalla que las mujeres “enviaban las papas fritas y guisadas” a los caciques. Es probable que las papas fueran cortadas en dados u otra forma y seguramente fritas en manteca, como era la costumbre de la época.

Pero en la actualidad estas han cobrado una forma de bastones, las cuales tendrían su origen en Bélgica o Francia. Los franceses se adjudican la invención del plato y dicen que a fines del siglo XVIII sobre el Pont Neuf de París se instalaban los vendedores de este platillo, que preparaban dentro de braseros y sartenes; mientras que, los belgas la cocinan en dos etapas: en aceite y con grasa; los franceses sólo en aceite.

Pero dejando de lado sus orígenes, si quieres comer unas buenas papas fritas en casa, sigue estas diez recomendaciones:

1. Elegir la papa: se debe descartar las muy blandas o las que todavía están un poco verdes, porque durante la cocción no terminan de evaporar suficiente agua y no quedarán firmes ni crocantes.

2. Tamaño: el tamaño ideal para una papa frita es de entre 6 y 7 mm de ancho, grosor que asegura una buena superficie de contacto con el aceite en la cocción.

3. Enjuague: antes de cocinar las papas, conviene lavarlas con agua fría para remover el exceso de almidón y así conseguir que queden más crocantes.

4. Aceite: la cocción de la papa toma más tiempo si se hace en aceite nuevo, pero uno muy usado las deja con sabor a quemado. El punto de equilibrio está en el aceite filtrado que fue utilizado unas dos o tres veces como máximo.

5. Otra vez el aceite: una cocción pareja está garantizada cuando las papas están completamente sumergidas en aceite.

6. Pre cocción: lo ideal es blanquear o darle una pre-cocción a las papas en agua hirviendo, freír durante unos minutos y congelar, antes de darles una segunda cocción.

7. Congeladas: en el freezer, el agua que contiene la papa se convierte en hielo y destruye las estructuras celulares, dejando un interior cremoso y un exterior que, sin excesos de líquido, queda con una mejor coloración al tomar contacto con el aceite.

8. Ni muy caliente ni muy frío: la temperatura ideal del aceite para freír es entre 120°C y 150°C, para la primera cocción, y de 175°C para la segunda. Para saber la temperatura justa, tira un pedacito de pan a la sartén. Si se queda en el fondo está alrededor de los 150°C, si sube rápidamente, de los 175°C.

9. Cómo freír: prepáralas en varias tandas, porque si pones mucha, se enfría el aceite y las papas te van a quedar blandas y pálidas.

10. Agrega la sal: para salarlas lo mejor es hacerlo apenas salgan del sartén. Cuando agregas la sal antes de la cocción, corres el riesgo de que la papa se ablande.